Entrevista a Hugo Yasky publicada en APP
15/08/2010 | Viedma.- (APP) El próximo 23 de septiembre la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) tendrá elecciones internas a nivel nacional. El actual secretario general, Hugo Yasky, va por la reelección y compite fundamentalmente con otra lista que lleva a la cabeza a Pablo Micheli –titular de ATE nacional- y se referencia en Víctor De Gennaro. Para Yasky las diferencias no son menores. El otro sector quiere, a su juicio, una CTA más testimonial, en cambio el suyo pretende una CTA parada de igual a igual con la CGT y que no tema la 'unidad de acción' cuando se trata de defender los intereses de los trabajadores. También aseguró que en esta etapa que vive el país "la unidad de campo popular es clave". Negó, como lo acusa el sector de De Gennaro, de haber abandonado la lucha
por la personería gremial y afirmó, por el contrario, que "estamos más cerca de lograr" esta conquista. En diálogo exclusivo con la agencia APP –una entrevista que se realizó antes de la charla que ofreció en el Microcine del Centro Regional Zona Atlántica de la UNC (CURZA)- no dudó en reivindicar algunas políticas claves del gobierno nacional: "...no se puede plantear la eliminación de las retenciones porque es simplemente una forma de desfinanciar al Estado y tirar para abajo la inversión pública en el gasto social y en la inversión en educación y en salud". Y apuntando contra la oposición que levanta la bandera del 82% móvil pero a la vez impulsa proyectos para quitar recursos al Estado, sentenció que "no tienen autoridad moral, porque si alguien apoyó la privatización del sistema jubilatorio, quiere que se eliminen las retenciones, niega que se incrementen los aportes patronales y a la vez dice que quiere que haya el 82% móvil, lo que está haciendo es mentirle a los jubilados de manera descarada".
-¿La diferencia con la otra lista que lleva a Pablo Micheli y se referencia en Víctor De Gennaro está dada por cómo se para la CTA en la relación con el gobierno nacional o hay otras cosas más sustanciales?
-No, creo que sustancialmente lo que se discute es el modelo de central que necesitamos en esta etapa que se está viviendo en nuestro país. Una etapa donde ya no basta con tener una CTA que simplemente sea testimonial, que elabore documentos y que balconee la realidad. Hace falta una central que tenga mucha fuerza, la fuerza significa unidad, la unidad significa diversidad, distintas miradas, conformación de una organización nacional que incorpore a las organizaciones sindicales, que avance en el terreno de la actividad privada, donde todavía a nosotros nos cuesta hacer pie. Que sea capaz también de convocar y dar espacio a los movimientos sociales. Que no demonice a los que piensan que este proceso del kirchnerismo todavía tiene posibilidades de dar respuestas a los sectores populares. Que incorpore a las mejores tradiciones del sindicalismo de izquierda. Queremos mucha amplitud. En esta etapa necesitamos mucha amplitud y diversidad porque la unidad de campo popular es clave. Y eso es lo que sustancialmente nos puso en caminos distintos. Nosotros no creemos que haya que sujetar la CTA a un proyecto político, no creemos que haya que generar una práctica que termine siendo después expulsiva, que reste.
-¿Reivindica en este marco hacer unidad de acción con la CGT y ponerse del lado del gobierno cuando se trata de defender una medida progresiva, que está en línea con los intereses de los trabajadores?
-Claro. Para nosotros la unidad en la acción es el sentido común de la clase trabajadora. Las patronales, como lo demuestra la AEA, la UIA, incluso la Sociedad Rural, la Mesa de Enlace cuando se juntaron, saben que para presionar sobre medidas que responden a sus intereses al gobierno, para presionar sobre la sociedad, tienen que unirse; nosotros los trabajadores tenemos que saber también que hay momentos, cuando se defiende el salario, cuando se defienden los puestos de trabajo, donde las grandes diferencias que tenemos con la CGT, que son muchas y profundas, se pueden dejar de lado. Por ejemplo el conflicto en Rosario cuando logramos recuperar a 27 trabajadores de prensa, hubiese sido criminal para los intereses de esos trabajadores que estaban en la calle, ponernos a discutir las diferencias en lugar de accionar, como hicimos juntos, para presionar a la patronal y lograr que se revirtiera la situación de los despidos.
-Estaba leyendo en un diario que decía que la interna de la CTA había llevado a que la conducción de la CTA que usted encabeza postergara el reclamo histórico de la personería gremial, a pesar que habría, aparentemente, señales que el gobierno nacional e incluso la CGT ahora sí habilitarían esta demanda.
-No es tan así. En realidad la personería gremial es una lucha nuestra inclaudicable. Que no se deja de lado ni se suspende porque estemos debatiendo para una elección. Al contrario. Creo que está presente tanto en el planteo que hacemos nosotros, como los que hacen las otras listas. El tema es que hay que volver a la carga, porque evidentemente el gobierno está actuando en función de las presiones de algunos grupos empresarios que no quieren que haya más libertad para el movimiento sindical. Y también de sectores de la CGT que ponen un palo en la rueda permanentemente. Creo que es muy difícil ahora tapar el sol con las manos, es decir, la CTA existe, ha crecido, se ha instalado muy fuerte como la otra central que los trabajadores argentinos tienen como referencia y entiendo que estamos más cerca de lograr la personería gremial, precisamente por esa presencia que pudimos construir, con lucha y con debate.
-¿Coincide con el planteo de un sector de la oposición de implementar ya el 82% móvil a los jubilados?
-Yo creo que el 82% móvil es una demanda absolutamente justa; poner la jubilación básica en el nivel del 82% móvil del salario mínimo vital y móvil sería una gran medida. Reclamamos por ello desde hace tiempo. El tema es definir el origen de los recursos; no se puede votar una ley sin definir los recursos porque cualquiera que entiende un poco de la realidad sabe que eso significaría votar una ley testimonial o en todo caso una ley trampa.
-¿Usted no ve que la oposición que levanta el 82% móvil a la vez se contradice con otros proyectos que apuntan a reducir sustancialmente los ingresos del Estado, como se plantea ahora con las retenciones?
-Eso desde ya. Hay sectores de la oposición que yo diría no tienen autoridad moral, porque si alguien apoyó la privatización del sistema jubilatorio, quiere que se eliminen las retenciones, se niega a que se incrementen los aportes patronales y a la vez dice que quiere que haya el 82% móvil, lo que está haciendo es mentirle a los jubilados de manera descarada. Yo creo que la política de retenciones no se puede poner en duda, no se puede plantear la eliminación de las retenciones porque es simplemente una forma de desfinanciar al Estado y tirar para abajo la inversión pública en el gasto social y en la inversión en educación y en salud. Creo que hay que discutir una política de retención, incluso más extendida, por ejemplo, en el sector de la minería, en el sector energético, habría que discutir instrumentos similares. El Estado necesita más recursos y están, porque la economía sigue creciendo, la rentabilidad empresaria también sigue creciendo, entonces es necesario dotar al Estado de mayores recursos para que la economía también se transforme en desarrolle social. El crecimiento económico solo no basta.
-¿Esta elección puede terminar en un eventual quiebre de la CTA?
-No. Yo lo descarto absolutamente, porque creo que tenemos una gran responsabilidad, nosotros y sobre todo la otra lista. Después hay otras tres listas pero que son minoritarias. Pero las dos listas que mayormente vamos a disputar en todo el país, tenemos la responsabilidad enorme de garantizar una buena participación y transparencia en el comicio. Por eso estamos proponiendo que vengan veedores internacionales de las centrales hermanas. Por eso estamos proponiéndole a la otra lista firmar un acta de compromiso con la unidad de la CTA de aquí en más. Y por otro lado creo que sería un tremendo error no garantizar una elección transparente y participativa, porque estaríamos poniendo entre signos de interrogación nuestro propio discurso de siempre. Históricamente dijimos que la diferencia era entre nosotros y la CGT la democracia sindical, la participación de los trabajadores en el voto, entonces hay que estar a la altura de eso que nosotros mismos dijimos. Y eso es responsabilidad de nuestra lista y de la lista que encabeza Pablo Micheli. (APP)
