Nota enviada como carta de lectores a algunos medios el 27 de mayo, nunca publicada. Macri, Amadeo, Duhalde y supongo que Scioli tiene un buen cerco mediático que los protege. Son las nuevas espadas de la oligarquía. Ahora habría que sumarlo a Moyano?
El comentario de un
periodista radial me recordó que la Sra. Gabriela Michetti, vocera del Pro
macrismo porteño, compartió el inicio de su militancia política con Carlos
Auyero y varias imágenes y sonidos asombrosamente contradictorios se me hacen
patentes: cuando Mauricio la hacía bailar en su silla de ruedas el día que
ganaban la primera elección en la ciudad de Buenos Aires y uno sentía vergüenza
por percibir como una forma bizarra de manipulación, lo que para otros era
motivo de festejo.
Justamente cuando Macri parece que tendrá que enfrentar a la justicia por escuchas ilegales y espionaje contra un familiar de la tragedia de la AMIA, Sergio Burstein, en la cual su destino procesal, hasta ahora, parece ligado a Ciro James y a Fino Palacios, el mejor agente de seguridad del mundo, según dijo Macri pudo saber con los servicios secretos de los países serios que admira, EEUU e Israel.
Frente a esta situación el PRO convocó a un abrazo a los tribunales porteños para reclamar en contra de la injusticia y la impunidad que significa para ellos que su jefe tenga que enfrentar este proceso. La convocatoria pública de este abrazo la realizó Gabriela Michetti por todos los medios.
Cuando se realiza el mentado “abrazo” participan varias personas muy coquetas que expresaron toda clase de improperios contra la presidenta, calificándola de “viuda ladrona”, ”hija de colectivero” y golpeando al camarógrafo del programa 6,7 y 8, según pudo verse en dicho programa y en otros pocos medios, en una nueva expresión de lo que algunos periodistas llaman la “biolcatización” de la protesta, como una forma claramente violenta (porque no se privan de los golpes ni de los insultos y discriminaciones) pero elegante (por los gestos displicentes y el aspecto refinado de quienes los producen) de expresar lo que las clases dominantes piensan y sienten, frente a las acciones que en la mayoría de las familias humildes argentinas generan complacencia y alegría reivindicativa. Pero quien aparece como cara visible de este grupo es el diputado del “peronismo federal” Eduardo Amadeo.
Qué triste para Michetti haber convocado a esa farsa violenta encabezada por quien le provocó el infarto que mató a Carlos Auyero, su inicial mentor político, con sus terribles agresiones en el programa de Mariano Grondona de abril de 1997, cuando le adjudicó al Frepaso y al sindicato docente neuquino ATEN, la responsabilidad por la muerte de Teresa Rodríguez en Cutral Có. (fuente Clarín Digital 18/4/97: http://old.clarin.com/diario/1997/04/18/t-01661d.htm). En esa época Amadeo era el secretario de Desarrollo Social de Menem, gobierno que había privatizado YPF, provocando la miseria planificada de miles de trabajadores petroleros que en Cutral Có y en Tartagal salían a las rutas. No tuvo problemas en tratar de zafar de esa culpa histórica todavía impune, increpando de tal forma a Auyero que lo condujo malamente a fallecer ese día. Quienes vimos eso no podemos olvidar la mirada torva y agresiva del fascista Amadeo. Mirada que volvimos a ver en las imágenes donde encabezaba la agresión a los periodistas en los tribunales. Habrá visto Michetti esa mirada? La habrán visto los votantes de Macri? La mirada de Amadeo, esos ojos inflamados de violencia, son los que inspiran y vigilan las acciones de Mauricio, que logra frente a las cámaras esa mirada de perrito bueno y hambriento, que a veces da más lástima que la pobreza de sus discursos.
Justamente cuando Macri parece que tendrá que enfrentar a la justicia por escuchas ilegales y espionaje contra un familiar de la tragedia de la AMIA, Sergio Burstein, en la cual su destino procesal, hasta ahora, parece ligado a Ciro James y a Fino Palacios, el mejor agente de seguridad del mundo, según dijo Macri pudo saber con los servicios secretos de los países serios que admira, EEUU e Israel.
Frente a esta situación el PRO convocó a un abrazo a los tribunales porteños para reclamar en contra de la injusticia y la impunidad que significa para ellos que su jefe tenga que enfrentar este proceso. La convocatoria pública de este abrazo la realizó Gabriela Michetti por todos los medios.
Cuando se realiza el mentado “abrazo” participan varias personas muy coquetas que expresaron toda clase de improperios contra la presidenta, calificándola de “viuda ladrona”, ”hija de colectivero” y golpeando al camarógrafo del programa 6,7 y 8, según pudo verse en dicho programa y en otros pocos medios, en una nueva expresión de lo que algunos periodistas llaman la “biolcatización” de la protesta, como una forma claramente violenta (porque no se privan de los golpes ni de los insultos y discriminaciones) pero elegante (por los gestos displicentes y el aspecto refinado de quienes los producen) de expresar lo que las clases dominantes piensan y sienten, frente a las acciones que en la mayoría de las familias humildes argentinas generan complacencia y alegría reivindicativa. Pero quien aparece como cara visible de este grupo es el diputado del “peronismo federal” Eduardo Amadeo.
Qué triste para Michetti haber convocado a esa farsa violenta encabezada por quien le provocó el infarto que mató a Carlos Auyero, su inicial mentor político, con sus terribles agresiones en el programa de Mariano Grondona de abril de 1997, cuando le adjudicó al Frepaso y al sindicato docente neuquino ATEN, la responsabilidad por la muerte de Teresa Rodríguez en Cutral Có. (fuente Clarín Digital 18/4/97: http://old.clarin.com/diario/1997/04/18/t-01661d.htm). En esa época Amadeo era el secretario de Desarrollo Social de Menem, gobierno que había privatizado YPF, provocando la miseria planificada de miles de trabajadores petroleros que en Cutral Có y en Tartagal salían a las rutas. No tuvo problemas en tratar de zafar de esa culpa histórica todavía impune, increpando de tal forma a Auyero que lo condujo malamente a fallecer ese día. Quienes vimos eso no podemos olvidar la mirada torva y agresiva del fascista Amadeo. Mirada que volvimos a ver en las imágenes donde encabezaba la agresión a los periodistas en los tribunales. Habrá visto Michetti esa mirada? La habrán visto los votantes de Macri? La mirada de Amadeo, esos ojos inflamados de violencia, son los que inspiran y vigilan las acciones de Mauricio, que logra frente a las cámaras esa mirada de perrito bueno y hambriento, que a veces da más lástima que la pobreza de sus discursos.
Héctor Luis Giannini.
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