Resulta lamentable que no exprese la misma preocupación por el uso electoral que hacen todos los funcionarios de Río Negro, de la mayoría de los actos de gobierno, con inauguraciones, reparto de subsidios y prebendas. Para los pobres migajas, como planes sociales que también parece que cobran algunos funcionarios; y para los grandes empresarios tajadas muy grandes e importantes, como la desgravación de impuestos a un importante grupo empresario de la medicina de Cipolletti, que ha sido favorecido con un subsidio de casi medio millón por año, al perdonarles el 75 % del pago de ingresos brutos, según informan los medios que ha resuelto el ministro de Hacienda, también vecino de Cipolletti.
Si el contador Verani visitara el hospital de Cipolletti, podría verificar que tal vez con la recaudación de esa cifra, el hospital público podría funcionar un poco mejor, con menos déficit mensual, que hoy es un tercio de su presupuesto, con una muy restringida capacidad de respuesta a la demanda de salud de la gente, generando permanentes derivaciones al sector privado de la salud, que al final termina capturando gran parte de su exiguo presupuesto. Ya sea por el desfinanciamiento y vaciamiento del sector público de salud o por el perdón impositivo, se verifica con claridad la política de salud de este gobierno provincial: la creciente privatización de la salud pública, subsidiando por ambas vías al sector privado.
Con esta misma política han hecho crecer en grado sumo el subsidio vergonzoso a la educación privada. Esas son las ideas para crecer del gobierno radical: son para hacer crecer los patrimonios de los empresarios amigos.
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