viernes, 17 de diciembre de 2010

Desde la bandeja

Desde la bandeja:
El 16 de diciembre se produjo la última sesión de la Legislatura de Río Negro, donde se aprobaron varias leyes importantes para el destino de los rionegrinos. O mejor tendría que decir para la quimera o el karma de los rionegrinos. Nos tocó observar casi toda la sesión desde la bandeja, junto con un grupo de compañeras/os estatales de la CTA.
Tuvimos el pequeño regocijo de alguna pequeña conquista: que se cambia la ley de pase a planta permanente, es decir que estatales sumariadas/os por cosas menores o por actividad sindical fuera de UPCN, no sean discriminados para ser estables en un Estado que los ha mantenido mal contratados durante lustros. O que se ratifique la creación de la comisión contra el maltrato y la tortura en las cárceles.
Pero ese día percibimos las peores aristas de un Estado de casi no derecho, que funciona para sostener el poder económico concentrado de los poderosos privados y para sostener el poder burocrático y corrupto de quienes se apropiaron del gobierno hace casi tres décadas y saben retenerlo muy bien hasta ahora. Ayer dieron un buen ejemplo de cómo saben hacerlo.
Al momento de votarse la autorización para que la empresa Hiden Lake del millonario Lewis, quien sigue apropiándose del Lago Escondido y tierras aledaña, haga una represa sobre el río Escondido para que su establecimiento y también (con el excedente) el Bolsón tenga “energía limpia” privada, bien privada, varias decenas de personas colmaron la bandeja y lanzaron por el aire hacia el recinto, miles de papelitos con la consigna “Energía limpia para el Bolsón. NO NOS CORTEN”. Parecía un gesto de color habitual en la elegancia del recinto, salvo porque la policía nos revisó todos los bolsos a los estatales que ingresamos un rato antes y hasta nos quitaron una pechera de la CTA. Sin embargo los papelitos de Hiden Lake, perdón, de los ciudadanos de el Bolsón, pasaron sin problemas y no hubo ninguna reacción de los patovicas de la entrada y los policías frente a la volanteada. Parecía concertada, a juzgar porque sólo unos pocos legisladores que han denunciado los turbios negocios de la apropiación de tierras estatales por parte de esta empresa, votaron en contra. Todos los demás votaron a favor del progreso de Lewis que generará energía privada limpia.
El otro contraste fue luego la autorización de un nuevo endeudamiento de 54 millones para que una empresa que hace como 15 años no termina nunca Salto Andersen, otra represa sobre el río Colorado, que legisladores de la oposición denominaron “mini central” de turbina y media con la cual para generar 7 megawats ya lleva gastados 140 millones y no empieza desde hace como 50 años. No se habló de energía limpia como la de Lewis, sobre todo porque desde el negocio de su construcción parece negocio sucio, aunque el método y la escala serían similares. Esta fue aprobada con la oposición de los mismos de antes, pero sumando los votos negativos del bloque opositor mayoritario, que estuvo en contra del sucio negocio del gobierno de Río Negro.
El colofón de la desazón fue el debate del presupuesto: el oficialismo explicando lo inexplicable de su ingeniería contable, toda dibujada para ocultar el desmanejo de las cuentas públicas y porqué no hubo presupuesto en 2010, pero que habían invertido más en educación y habían mejorado los salarios estatales sensiblemente. No decían nada de por qué los recursos aumentan un 22,6% y los salarios nada en el presupuesto 2011: con expansión de la recaudación, sin tener que pagar deuda financiera sólo pensaron en ponerle un candado a las mejoras salariales. Tampoco explicaron el artículo que establece que los fondos específicos si no se ejecutan en 2010, pasan a libre disponibilidad en 2011: todo lo que no ejecutaron de fondos nacionales de vivienda y educación por ejemplo, lo van a usar cómo quieran, como hicieron siempre.
Sí nos dieron la buena noticia de que flexibilizaron el otro candado de limitar al 68 % de las rentas que quedan, luego de las transferencias, la masa salarial de los empleados.
Lo más decepcionante fue escuchar brillantes discursos de algunos legisladores muy críticos del presupuesto en múltiples aspectos, que incluso tomaron argumentos del documento de la CTA, que distribuimos en la comisión de presupuesto días antes, pero que anticiparon su voto positivo en general porque un “gobierno tiene que tener presupuesto para gobernar”. Si durante 2010 no lo tuvo, si antes lo tuvo pero lo manejó a su gusto y sin rendir claras cuentas de nada y lo seguirá haciendo porque, según se dijo en el recinto, toda la recaudación de las empresas del Estado y sus movimientos, así como la recaudación por la venta de tierras fiscales a los amigos, no figuran en el presupuesto, ¿qué sentido tiene acompañar la sanción de esta maniobra?
Finalmente, mientras el bloque opositor mayoritario expresaba su rechazo al proyecto de presupuesto, con argumentos desde la disciplina fiscal y anunciando que todo terminaría con nuevos endeudamientos, aunque criticaba que se habían subvaluado los recursos igual, nos tuvimos que ir porque se nos iba el micro hacia el Alto Valle.
Chau Viedma, chau Legislatura, no dan ganas de volver. Parece un aburrido teatro experimental, de esos que uno no entiende bien qué quieren expresar, porque parece que no se pusieron de acuerdo con claridad en el guión de la creación colectiva, donde tal vez haya un romance oculto entre algunos/as que parecen enemigas/os, pero que al final no lo son o al revés que ahora parecen amigas/os, pero que finalmente serán enemigas/os o adversarias/os. Así es la política? O podría ser mejor, más transparente, con mayores argumentos ideológicos y políticos de fondo?, porque la verdad que de esos no escuchamos mucho.
Después leí en los medios que lo votaron todos menos dos bloques opositores al presupuesto y al fin de la jornada quedó, como dice el diario Río Negro: “Via libre”… para que Saiz gaste como quiera licuando recursos que nos retaceó este año a los derechos sociales, para que Barbeito y Mendioroz sigan en campaña, que Salto Andersen se siga tragando plata (a lo mejor pasa y no vuelve) y para que Lewis nos venda su energía limpia privada, bien privada, mientras se sigue apropiando de los mejores lugares de nuestra cordillera. A los trabajadores sólo nos queda organizarnos y luchar para defender con fortaleza nuestros derechos. En la Legislatura no los vamos a encontrar. Seguro que en la calle y en la pelea.
Luis Giannini. Sec. Gral. de la CTA Rio Negro. 17 de diciembre de 2010.

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